Deja eso sin efecto

Por Luis Guillermo Pilonieta Linares

En la Venezuela de hoy hemos tenido la oportunidad de escuchar a algunos voceros de la revolución hablar de reconciliación para que aquellos llamados delincuentes protegidos, no sean sancionados con el mayor castigo aplicado a la más sensible de todas las vísceras del hombre como es el bolsillo y cuando se sanciona el lavado de dinero mediante la legitimación de capitales
obtenidos por el tráfico de narcóticos y legalizados por el desempeño de posiciones representativas de gobierno, vemos el empleo de las técnicas Goebbelianas en el lavado de cerebros para pretender que las sanciones individuales aplicadas a funcionarios inescrupulosos constituyen un agravio a la nación, porque una mentira repetida mil veces tiene el mérito de parecer una verdad, llegando a límites de lo inimaginable cuando vemos voceros de la MUD, representantes de la Iglesia, calificados dirigentes empresariales formulando la pregunta de porque no actúan los organismos internacionales al mismo tiempo en que firman pidiendo que las medidas sancionatorias queden sin aplicación porque parecería un agravio a la nación.

 La reconciliación tiene requisitos que deben cumplirse como el ARREPENTIMIENTO, porque no podemos permitir un Borrón y Cuenta Nueva, aquí no ha pasado nada y nos colocamos de rodillas con la cabeza baja, tiene que haber un PROPÓSITO DE ENMIENDA para resarcir el daño causado porque no es igualmente responsable el que creyendo de buena fe votó y acompañó el proceso que el que burlándose de la buena fe de los electores se valió del proceso para obtener lucro personal y es del cumplimiento de estas dos premisas de donde puede nacer EL PERDÓN que no puede ser tan laxo que implique impunidad, ni tan generoso que demuestre debilidad.

 Tenemos que conseguir la convivencia evitando el ODIO aplicando conductas capaces de cambiar la conciencia colectiva recordando que la política no es mala y tampoco es buena porque es amoral y no tiene fronteras y son los que la ejercen los que le dan el sentido y en algunas oportunidades son conciliables los principios pero jamás los métodos empleados.

 Sabemos que Karol Wojtila, Nelson Mandela, Lech Walesa y Mahatma Gandhi no son Venezolanos pero su ejemplo ha iluminado algunas mentes lúcidas dando origen a la REFORMA del DERECHO PENAL HUMANITARIO con cambios sustanciales que vale la pena recordar en este momento porque la mediación puede tener éxito pero no interrumpe la causa que debe continuar.

 Y la reforma: elimina la prescripción – elimina la territorialidad – elimina el secreto bancario - y elimina la inmunidad pero además incorpora dentro de estos parámetros los llamados delitos de Lesa Patria y los delitos de Lesa Humanidad que no son susceptibles de avenimiento, ni desistibles, ni transables, luego podemos conceder perdón para que determinado responsable no cumpla una condena a cadena perpetua con privación de libertad pero todo perdón tiene penitencia de manera que los millones robados del patrimonio nacional deben ser regresados a sus legítimos propietarios, sería muy larga la lista de quienes han usufructuado de lo que nos pertenece a todos y se han enriquecido, para evitar ante el mundo una lista gigantesca, tomemos el caso de que un humilde tenientico pueda disfrutar de la propiedad de 150 caballos pura sangre con un costo aproximado de US$ 80.000 cada uno y mantenidos en su haras particular de Kentucky, debido a que han sido engañados millones de inocentes que salen ingenuamente a defender los derechos de la patria pidiendo que no se aplique ninguna sanción a los sacrificados testaferros para poder mantener las cordiales relaciones entre los países.

 Luego podemos afirmar que el más grave de los problemas que debemos enfrentar como primera prioridad es el rescate de la credibilidad, porque navegamos en un clima de escepticismo ante la carencia de liderazgo, ante la pérdida de los valores, ante la conveniencia de mantener posiciones de origen electoral, por el temor de decir la verdad.