Historia irreverente

Batalla de Carabobo

Martin Tovar y Tovar (1827-1902)

Por el Dr. Luis Guillermo Pilonieta Linares

El Señor nos ha concedido la suerte de estar presentes en el momento más trascendente de nuestra historia republicana porque la antigüedad y la naturaleza nos colocan en el JARDÍN DEL EDÉN como la fruta prohibida que todos quieren saborear, alejándonos de lo que sería un simple interés electoral, doméstico o de carácter parroquial.


Nuestras riquezas y el aparecer como el país más septentrional de la América de Sur lo cual nos facilita el contacto con 1.670 millones de habitantes con salida a los Océanos Atlántico, Pacifico, el control del Mar Caribe y el acercamiento por ultramar al continente Europeo, aunado a la riqueza del Petróleo y los derivados de hidrocarburos, los depósitos de Gas, Uranio, Caolín, Oro, Aluminio, Hierro, Esmeraldas y el descubrimiento reciente de los más grandes yacimientos de Coltán que es la base del desarrollo de la industria Cibernética mundial, nos comunican una importancia geopolítica que trasciende nuestras fronteras convirtiéndonos en un objetivo primordial de todos los países de los cinco Continentes, algunos con tecnologías más avanzadas y mejores recursos científicos que han aprovechado las facilidades que hemos otorgado con el subterfugio de la LEY HABILITANTE de la cual se ha hecho un uso discrecional para firmar convenios que comprometen el patrimonio nacional e hipotecan sus recursos por tiempo indiscriminado vulnerando peligrosamente nuestra SOBERANÍA.

Esto hace imposible ignorar que nos encontramos al borde de una grave situación en un país saqueado y empobrecido que ha dispendiado sus bienes en contratos de dudosa rentabilidad y de difícil recuperación, haciendo entrega de la territorialidad al permitir el tránsito de ejércitos invasores que contravienen el concepto de Patria y los principios de democracia, armonía, pluralidad y participación que debemos actualizar para dejar claro que NO QUEREMOS MAS GUERRAS CAUSANTES DE MUERTES INOCENTES, debemos callar el cañón mercenario y hacer que el fusil silencie su estruendo.

Sabemos que la UNANIMIDAD NO EXISTE y que el hombre perfecto no ha nacido pero no podemos permanecer indiferentes porque como dijo San Martín “En la defensa de la Patria todo es válido menos no hacer nada”

No esperemos un milagro del cielo ni un favor de los Yanquis porque la Soberanía es nuestra y el sentimiento de libertad es de todos, vamos al rescate tomando el país, sus calles, liceos, gremios, sindicatos, cuarteles, iglesias, academias, aduanas, registros, notarias, hospitales, estadios, en su lugar de trabajo, en los cines en todos los sitios y en todo momento el mismo lenguaje VENEZUELA ES LIBRE.

Con fe, con coraje y alegría para un FUTURO MEJOR.
 

DÍGALO, REPÍTALO, NO SE CANSE, VUÉLVALO A DECIR
“FUERA EL INVASOR”